La mochila también tiene género. Kepa Lizarraga médico de la BMF-FVM

Artículo escrito por Kepa Lizarraga, médico de la Federación Vizcaína de Montaña

Este elemento básico del montañismo también se ha adaptado a los tiempos modernos, y nos ofrece versiones para hombre y para mujer. Hay quien se preguntará cuáles pueden ser las diferencias para justificar que se fabrique la versión femenina, en lugar de seguir como hasta ahora, solo con la nuestra.

Cierto es que las mujeres han porteado sus cargas con lo que había, pero eso no quiere decir que se adaptara a sus necesidades o diferencias. Por ejemplo, y escribiendo siempre sobre lo más común o media de la población, las mujeres tenéis en general una menor longitud de espalda que los hombres de similar tamaño. Es por ello que la espaldera de la mochila para féminas es de menos altura.

En cuanto a los tirantes, cuando el diseño es para vosotras, pueden ser algo más estrechos, aunque acolchados, y llevan una forma más oblicua hasta unirse con la parte inferior del cuerpo de la mochila, de forma que evitan comprimir los pechos.

Incluso muchos diseños presentan los tirantes con una forma curva para bordearlos sin generar compresiones o roces.
El tirante pectoral de una mochila para mujeres puede ser especialmente inútil o molesto si no está bien diseñado su anclaje, que debe permitir tensarlo apenas unos centímetros bajo las clavículas.

La banda de cintura, que debe cargar la mayor parte del peso de la mochila sobre la cadera, también es diferente. De hecho, suele ser más ancha y blanda, y al cerrarse suele tener cierta forma tronco-cónica, con la base más amplia, para reposar sobre las crestas ilíacas femeninas, de mayor amplitud que las masculinas.

Como veis, hay diferencias suficientes para justificar modelos específicos de que os permitan llevar la carga con la mayor comodidad posible.

En la fotografía se aprecia una mochila con diseño para mujeres y espaldera con una excelente ventilación. Izaskun Elejaga Abadia