Dormir siendo mujer. Kepa Lizarraga, médico de la BMF-FVM

Artículo escrito por Kepa Lizarraga, médico de la Federación Vizcaína de Montaña.

El final de la jornada se acerca.
Baja el sol a posarse sobre los relieves del horizonte y las sombras se van alargando de forma grotesca. Es el momento de buscar un buen lugar para vivaquear, o para plantar la tienda y prepararnos para pasar la noche.

De la zona inferior de la mochila extraeremos dos elementos básicos: el saco y la colchoneta o esterilla. ¿Os habéis parado a pensar que ambas piezas tienen versiones para hombre y para mujer?

Entre las colchonetas podemos encontrar varios grandes tipos: las que mantienen siempre su forma, fabricadas con polímeros de celda cerrada, y las auto-hinchables o hinchables.

En cualquiera de los casos, además de utilizar materiales ligeros y aislantes, se atiende también a la forma, con el fin de adaptarse lo mejor posible al cuerpo de quien las va a utilizar. Y es evidente que el perfil femenino es distinto del masculino, apreciándose que en la media de los casos, vosotras tenéis una mayor anchura de caderas, a igualdad de talla.

Por eso, veréis que las mejores marcas de esterillas ofrecen modelos diferenciados para mujeres y, en lugar de ofrecer una forma trapezoidal, con más anchura en los hombros, presentan más amplitud a la altura de las caderas.

También los sacos de dormir son distintos. Y en su caso, no solo en la forma, que también toma en consideración lo arriba citado, para que no quede un gran volumen de aire a calentar sin ser necesario, sino que también es distinto el aislamiento.

Ahora que no nos lee nadie, me reconoceréis que eso de tener los pies y los glúteos fríos es bastante común entre vosotras, ¿verdad? Es debido a que el riego sanguíneo de esas zonas es, generalmente, distinto entre géneros. Y la percepción de la temperatura también, siendo varios grados más fresca en vuestro caso.
Para compensarlo y que el saco se ajuste a los márgenes de temperatura de confort que anuncia, los diseños para mujeres tienen algo más aislamiento que los masculinos en piernas y pies.

Así que, cuando prepares viajes con noches incluidas, como el de Amaia en esa foto, procura escoger bien el saco y la colchoneta, porque no todas son iguales.